POR LA RUTA 40 HASTA EL PERITO MORENO
Una imagen vale mas que mil palabras y ya veis como era la ruta 40 por la que transitamos hasta el Chalten y el Calafate.
Lo peor del viaje no era el paisaje ni mucho menos, lo peor era ir rodeados de guiris en el autobús, israelíes, alemanes..etc, para los cuales los habitantes de la margen izquierda somos transparentes, si compañeros, no nos ven. Pasas a su lado por un pasillo de menos de 1,5 metros les dices hola, y no es que no te respondan, bajan la cabezo o no te miran, para ellos no existimos.
Después de dos días en ruta llegamos al Chalten y nos fuimos caminando hasta la base del Cerro Torre, pero la suerte no nos acompaño y se metió la niebla y solo pudimos ver la montaña desde lejos, al llegar cerca del glaciar el viento era enorme y las nubes lo tapaban todo. Al día siguiente queríamos ir a la base del Fitz Roy pero salio un día de perros, viento, lluvia, niebla, y decidimos que lo mejor era una cerveza en buena compañía y a esperar al bus para ir al Calafate.
No hay palabras para describir el Perito moreno, pero vamos a utilizar dos: IM presionante, nos acercamos en un bote y nos dijeron que el glaciar mide 2 km de ancho y tiene una altura por encima del agua de aprox 60 metros, pero que por debajo llega a 140 metros. Desde el bote se escuchaba el crujido del hielo al partirse, y de vez en cuando caían cascotes al agua, era un espectáculo majestuoso, una sinfonía de sonidos y bla bla bla.....
Del barco fuimos a las pasarelas para ver tranquilos el glaciar y ahí saboreamos el perito y la ensalada de pasta que nos habíamos currado en el albergue, y así nos quedamos medio alelados mirando el glaciar hasta que llego la hora de coger el bus de vuelta.
Ya no nos quedan casi días y hay que aprovecharlos a tope, asi que nos regalamos un cordero patagónico asado al palo para cenar, acompañado de unos caldos de la patagonia (que no tenían nada que envidiar al rioja).
Mañana nos vamos a Puerto Natales a ver si podemos coger el Barco que sube por los Fiordos.
Lo peor del viaje no era el paisaje ni mucho menos, lo peor era ir rodeados de guiris en el autobús, israelíes, alemanes..etc, para los cuales los habitantes de la margen izquierda somos transparentes, si compañeros, no nos ven. Pasas a su lado por un pasillo de menos de 1,5 metros les dices hola, y no es que no te respondan, bajan la cabezo o no te miran, para ellos no existimos.
Después de dos días en ruta llegamos al Chalten y nos fuimos caminando hasta la base del Cerro Torre, pero la suerte no nos acompaño y se metió la niebla y solo pudimos ver la montaña desde lejos, al llegar cerca del glaciar el viento era enorme y las nubes lo tapaban todo. Al día siguiente queríamos ir a la base del Fitz Roy pero salio un día de perros, viento, lluvia, niebla, y decidimos que lo mejor era una cerveza en buena compañía y a esperar al bus para ir al Calafate.
No hay palabras para describir el Perito moreno, pero vamos a utilizar dos: IM presionante, nos acercamos en un bote y nos dijeron que el glaciar mide 2 km de ancho y tiene una altura por encima del agua de aprox 60 metros, pero que por debajo llega a 140 metros. Desde el bote se escuchaba el crujido del hielo al partirse, y de vez en cuando caían cascotes al agua, era un espectáculo majestuoso, una sinfonía de sonidos y bla bla bla.....
Del barco fuimos a las pasarelas para ver tranquilos el glaciar y ahí saboreamos el perito y la ensalada de pasta que nos habíamos currado en el albergue, y así nos quedamos medio alelados mirando el glaciar hasta que llego la hora de coger el bus de vuelta.
Ya no nos quedan casi días y hay que aprovecharlos a tope, asi que nos regalamos un cordero patagónico asado al palo para cenar, acompañado de unos caldos de la patagonia (que no tenían nada que envidiar al rioja).
Mañana nos vamos a Puerto Natales a ver si podemos coger el Barco que sube por los Fiordos.
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