martes, diciembre 04, 2007

DOS JINETES Y UN DESTINO





Kaixo.
Al llegar a San Pedro de Atacama nos fuimos a cabalgar por el desierto mas árido del mundo.
El recorrido era espectacular, el guia era atacameño orgulloso de su tierra y un poco estudia en historia y geología, así que os podéis hacer una idea de las clases magistrales que recibimos.
El paisaje era una obra de arte que necesito unos 28 millones de años en hacerse realidad. La montañas tenían betas como las que habíamos visto en las minas de potosí solo que ahora no eran de plata, era sal petrificada.
Pero a nosotros lo que mas nos gusto fueron los caballos. La dueña los recogía del camión del matadero, iba donde sabia que los maltrataban y los compraba, era como un hogar de caballos maltratados. La chica había estado en Andalucia recibiendo clases y trabajaba con tetraplejicos utilizando los caballos como medicina (hipoterapia).
Los caballos eran una gozada y el recorrido que hicimos parecía de cuento, luego nos tiro por una duna y era una sensación como si fuéramos los hijos de toro sentado cabalgando contra el séptimo de caballería.
Hasta Carmen se pego un galope de exhibición, solo le faltó ponerse de pie.
La pena de la estancia en San Pedro fue que queríamos ir a un centro de astronomía porque tiene uno de los mejores cielos de la tierra para observar estrellas pero era luna llena y no hacían tours, así que nos quedamos con las ganas.